8.7.05

Londres, centro de odio

Una nueva traducción, en este caso de Jamnit, de un mas que interesante artículo de Ynet News.

Centro de odio
Londres surge, cada vez más, como el centro neurálgico del Islamismo y anti-Semitismo.
Autor: Robert S. Wistrich, Azure - Publicado en YnetNews el 7 de julio, 2005 - Traducción: Jamnit para la Lista Hebreos.

Sin embargo, en la cultura pública de la capital, Londres, la corriente dominante de anti-Semitismo y demonización de Israel se percibe más agudamente. En la pasada década, el centro cultural, económico e indiscutible de Gran Bretaña, también se ha convertido en el centro más grande de activismo político Islámico y anti-Semita, anti-Israel, y anti-Americano.

A través de sus periódicos, revistas y editoriales publicados en idioma árabe, sin mencionar su floreciente red de librerías, mezquitas y centros comunitarios, el Islamismo radical ha sacado una completa ventaja de lo que la democracia Británica tiene para ofrecer para sus objetivos anti-occidentales, obteniendo los beneficios de la importancia de Londres como un centro de las finanzas mundiales, medios de comunicación electrónicos y tecnología de comunicaciones masivas.

El efecto de esto con respecto al anti-Semitismo y al anti-Sionismo virulento ha sido, por lo tanto, bastante diferente de aquel que se encuentra en otros lugares de Europa: aunque la población Musulmana de Gran Bretaña que es de 1.5 millones de personas, sólo representa la cuarta parte de la existente en Francia, la influencia creciente de los Musulmanes en Londres ha dado la idea más enfervorizada de intensa legitimidad en el discurso político y cultural de la capital, a la que puedan acceder y disfrutar virtualmente en cualquier otro lugar.

Mucha de esta energía ha sido dirigida hacia la movilización de musulmanes para luchar contra Israel y América. Las apasionadas llamadas de Sheik Omar Bakri Muhammad, un destacado clérigo Musulmán de Londres, a “celebrar” los ataques del 11 de setiembre como un gran momento en la historia, y a reclutar jóvenes Musulmanes en Afganistán, Irak, y Palestina para la “guerra santa”, ha llegado a tocar en la parte emocional de los ghettos Musulmanes.

Esto es menos sorprendente cuando uno recuerda que el 40 porciento de los Musulmanes Británicos, al ser encuestados a través del Sunday Times luego del 11 de setiembre, creían que Osama bin Laden estaba “justificado” en su guerra contra América. Ellos hasta apoyaban aquellos correligionarios Británicos que hacían voluntariado para luchar junto a los Talibanes contra los aliados occidentales.

'Judíos Asquerosos'

Al mismo tiempo, islamistas como el portavoz Anjem Choudary, Islamista Al-Muhajiroun (“los Desterrados”) se refieren a Gran Bretaña y Occidente como simples títeres, controlados por los “Sionistas.” Israel es invariablemente descrito como el “cáncer en el corazón del mundo Musulmán” a ser eliminado únicamente por una cirugía radical.

El mismo Sheik Bakri ha advertido a los judíos en Gran Bretaña que deben evitar cualquier apoyo a Israel para no “convertirse en objetivo para los Musulmanes.”

Al-Muhajiroun fusiona llamadas para “que la bandera negra del Islam flamee sobre Downing Street” con demandas por la liberación de Palestina y la demanda de Jihad de “de-judeizar Occidente.”

Este cocktail altamente explosivo que abarca a Palestina, la jihad, el sueño de un califato mundial, adoctrinamiento del Corán, y judeofobia clásica, fue expuesto por el juicio (Old Bailey) del Sheik Abdullah el-Faisal, en febrero de 2003.

El clérigo, un jamaiquino convertido al Islam y educado en Arabia Saudita, fue encontrado culpable de incitación al asesinato y odio racial, y fue sentenciado a nueve años en prisión, basándose en sus conferencias y videocasetes – algunos de los cuales están a la venta en librerías especializadas en Gran Bretaña -.

Evidencia aplastante fue presentada en el juicio para demostrar su fomento a una jihad violenta para matar a los no-creyentes. Un exclusivo veneno fue reservado para los “judíos asquerosos.” En un discurso escalofriante, el cual parecía anticipar la misión suicida de Hanif en Tel Aviv de mayo de 2003, el-Faisal protestó:

Gente con pasaportes Británicos, si ustedes van a Israel es fácil... Vuelen a Israel y hagan todo lo que puedan. Si mueren, estarán en el Paraíso. Cómo combaten a un judío? Maten a un judío.

El Alcalde compara a un periodista con un guardia de un campo de concentración Nazi

Tales sentimientos, hace tiempo que han cesado de limitarse a la auto-expresión Musulmana; la política londinense ha comenzado a interiorizar el discurso de odio. En febrero de este año, el Alcalde de la ciudad, Ken Livingstone, comparó con enojo a un reportero judío del Evening Standard con un guardia de un campo de concentración.

En vez de disculparse más tarde, Livingstone criticó al empleador del reportero por lo que afirmó, era su historia de racismo, de infundir el pánico, y , aunque parezca mentira, de anti-Semitismo.

Luego, a partir de allí, Livingstone publicó un artículo en The Guardian declarando que Ariel Sharon “es un criminal de guerra que debería estar en prisión, no en un despacho,” agregando que “la propia expansión de Israel ha incluido la limpieza étnica.”

Posteriormente, el Comité Musulmán de Asuntos Públicos, respondiendo a las críticas hacia los judíos del Alcalde, publicó un artículo en su página web, titulado: “Los Sionistas Quieren Su Libra de Carne.”

Dada la legitimidad que tales retóricas obtienen actualmente en Gran Bretaña, no debería sorprendernos el descubrir la aparición de esfuerzos entre las elites intelectuales para convertir su retórica de odio, en acción – principalmente a través del boicot a los productos y personas israelíes o judíos.

Es todo esto lo que ha convertido a la atmósfera pública en Gran Bretaña, en, quizás, la más incómoda para los judíos en toda Europa.

Extraído de un artículo de la próxima edición de Azure , publicado por el Centro Shalem, Jerusalén.

Robert S. Wistrich tiene la Cátedra Neuberger en Historia Europea Moderna en la Universidad Hebrea de Jerusalén y es Director de su Centro Internacional Vidal Sassoon para el Estudio del Anti-Semitismo.