17.7.05

18 de julio, crimen contra la humanidad

Así titula Marcos Aguinis su muy esclarecedora nota de opinión publicada hace unos pocos días en el Diario La Nación de Buenos Aires, Argentina.
El 18 de julio de 1994 es una fecha que seguramente quedará marcada para siempre en la memoria de la mayoría de los argentinos. Muchos, como es habitual para estas fechas en la Argentina, nos encontrábamos en las llamadas "vacaciones de invierno". La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) estaba conmemorando el año de su 100° Aniversario. Puedo recordar perfectamente hasta hoy, lo que estaba haciendo al enterarme de este atentado, tal como puedo recordar mi situación al saber del atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, en Marzo de 1992, o el 11 de Septiembre de 2001 cuando el de las Torres Gemelas en Nueva York.

Pero volvamos al atentado a la AMIA. Como decía, estaba de vacaciones, y recién despertaba minutos antes de las 10 AM, por lo cual encendí la radio como suelo hacer. Segundos después de encendida, el conductor le da paso a un cronista desde la calle que anunciaba una noticia de último momento, sus palabras, dirigidas al conductor, fueron "Nestor, volaron la AMIA". Luego de escucharlo ya los recuerdos no son tan claros, el shock entre la incredulidad y el espanto me harían saltar de la cama y encender el TV... Internet por esa época era algo practicamente desconocido en Argentina.

La AMIA es una institución total y absolutamente de ayuda, donde se entregan becas, subsidios, se atienden las cuestiones religiosas como ser los entierros, y un sinnumero de otras actividades relacionadas con la vida diaria. Luego del atentado, la AMIA fue reconstruída en el mismo sitio y continúa brindando y ampliando sus servicios, que fueron muy requeridos durante la fenomenal crisis económica y política que afectó a la Argentina en los años 2001, 2002 y 2003 principalmente: Una demanda sin antecedentes históricos de ayuda para las cuestiones mas básicas, como ser alimentos y ropa. Por otro lado, la Bolsa de Trabajo de AMIA, reconocida dentro y fuera de la Comunidad judía como un excelente ejemplo en la tarea de la lucha contra el desempleo.

Por supuesto, la vida no es la misma luego del atentado. Los familiares de las 85 victimas fatales cambiaron su vida para siempre, drástica y tristemente. Aún mas, deben (y debemos) soportar que a 11 años del atentado terrorista, la justicia esté ausente.
En cuanto a las Instituciones, no hay Institución judía en la Argentina que no tenga pilotes de cemento en su frente, además de las fuerzas de seguridad del Estado y el servicio de seguridad propio de cada Institución. El recuerdo de los alumnos de las escuelas judías saliendo alegremente de los edificios, esperando a sus padres en la calle y hasta jugando, es eso, solo un recuerdo, reemplazado por una actualidad en la que se procura que los alumnos (y en realidad todos los asistentes) evacúen rápidamente los frentes de las instituciones.

Mañana serán nuevamente las 9:53 AM del 18 de julio, y nuevamente, nos encontraremos sin justicia.
Para conocer mas: Recordar el dolor que no cesa

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1 Comments:

At 5:56 p. m., Anonymous Anónimo said...

Verguenza debiera darle al Estado argentino no lograr esclarecer el hecho. En muchas ciudadaes se han cometido atentados, y se han aclarado en poco tiempo. Argentina no. No puede? O no quiere ?

 

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